domingo, 18 de mayo de 2008

Un reino en crisis

En 1808 España tenía alrededor de 10 millones de habitantes y aunque se encontraba lejos de los 30 millones de Francia, superaba ligeramente la de Inglaterra, eso sí, la población de esta última aumentaba rápidamente debido al proceso de industrialización.

Durante el siglo dieciocho España tuvo un notable desarrollo y al entrar el diecinueve no presentaba grandes diferencias con el resto de Europa, salvo en dos cuestiones importantes: la altísima tasa de analfabetismo, sólo un 25% de la población sabía leer y escribir; y la escasez de ciudades verdaderamente importantes, Madrid apenas sobrepasaba los 200.000 habitantes. Esto significa la ausencia de masas de proletarios y obreros, como en Francia o Inglaterra.

La población estaba dividida en tres estamentos, como en el Antiguo Régimen: algo más de 400.000 personas pertenecían a la nobleza, otros 170.000 eran parte del clero y el resto el pueblo llano.

La Iglesia seguía teniendo un importante cerco intelectual y político en España, disponía de una minoría de científicos e intelectuales a la altura de los mejores de cualquier país europeo.